Inclusión social
La inclusión social es el acceso a toda persona a la educación, servicios de salud, oportunidades de trabajo, vivienda, seguridad, etc. dentro de una sociedad; sin importar su origen, religión, etnia, orientación sexual, capacidad intelectual, género, situación financiera, entre otros.
El objetivo de la inclusión social es precisamente mejorar de manera integral las condiciones de vida de los individuos, para ofrecerles las mismas oportunidades educativas, laborales y económicas de las que disfruta el resto de la sociedad.
Inclusión social, pues, significa acceso al sistema educativo y de salud, oportunidades de trabajo, la posibilidad de tener una vivienda digna, seguridad ciudadana, etc.
En suma, lo que persigue la inclusión social es que todos los ciudadanos, independientemente de su origen o condición, puedan gozar plenamente de sus derechos, desarrollar sus potencialidades como individuos, y aprovechar al máximo las oportunidades para vivir en bienestar.
Por esta razón, es importante que los gobiernos, en coordinación con los organismos internacionales, como la Unesco, la ONU o la Unión Europea, creen e implementen políticas y programas que fomenten la inclusión social.
Son ejemplos de planes de inclusión practicados actualmente en el mundo ayudas como becas para estudiantes de bajos recursos, acceso a los servicios básicos en las barriadas, apoyo a la participación de la mujer en la vida social, inserción laboral de jóvenes, así como formación en las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, entre muchas otras cosas.
Ainscow, M., Dyson, A. y Weiner, S. (2014). De la exclusión a la inclusión. Una revisión literaria internacional en camino para responder a los estudiantes con necesidades educativas en las escuelas, En-clave Pedagógica, 13, 13-30
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (2007). Cohesión social: inclusión y sentido de petenencia en América Latina y el Caribe. Santiago de Chile: Naciones Unidas
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